BELTANE

El Beltane es la celebración de lo ancestral, es una plegaria a los dioses para que cuiden nuestro ganado, pero a su vez, es la energía que mueve la existencia y que nos conecta con la madre tierra y los ciclos de la naturaleza. Un día para celebrar la fertilidad, sexualidad, el ciclo de la fecundación y la floración.

El ser humano siempre ha estado ligado al fuego como método de supervivencia. El fuego ahuyenta al enemigo y nos protege de los malos espíritus, al igual que nos desprende de las impurezas que hemos generado en el alma y las purifica. El calor nos aleja de la guadaña de la muerte, mientras los rayos del sol vuelven a penetrar en las tierras gélidas llegada la primavera; la esperanza del renacer de la existencia. Regresa el pastoreo y la vida vuelve a brotar de la tierra a medida que su fertilidad aumenta.

Las llamas siempre han estado presentes durante los cambios de estación, los rituales son de fuego y hogueras, del palo de mayo y danza. de energía activa y no tanto reflexiva. El Dios Belenus de la mitología celta, era la divinidad de la luz, del sol y del fuego, al que se le imploraba su amparo en estas fechas tal y como nos cuenta Salduie en su canción “Los Fuegos de Belenus”.

Parece ser que el Beltane no es el único festejo de fuego que se realiza en esta fecha. La Noche de Walpurgis también se celebra la noche del 30 de abril, pero en el norte y centro Europa y está dedicada a Santa Walburga, a la que se le atribuye cristianizar al pueblo alemán. Sus rituales van dirigidos a la lucha contra las plagas, la rabia, la tos ferina y la brujería.

El rocío de la mañana de Beltane se ha de guardar en frascos para el resto de rituales, pues el agua de Beltane es mágica, esencia destilada de la Tierra por medio del fuego, una alquimia de la naturaleza.