DÍA DEL LIBRO: ST JORDI

Hoy, 23 de abril se conmemora el Día Del Libro, y en Brutal Folk Metal queremos destacar grandes obras que nuestros artistas folkies nos han regalado para ilustrarnos y maravillarnos más en su mundo musical y literario, ellos son: “Leyenda De Juglares” de Enrique Montiel de Arnaiz, el libro biográfico de Saurom donde nos relata los orígenes de la banda y otras muchas aventuras, “Bibere Vivere” de Zarach, vientos de Lèpoka, quien nos adentra en un mundo caballeresco de Arturo y los caballeros de la mesa redonda, “Folk Metal Big 5” de Markus Laakso, un libro sobre cinco bandas de folk metal finlandés, que lamentablemente, la primera edición solo está en finlandés, pero los rumores dicen que también podría publicarse en inglés, “Mägo de Oz – A través del espejo” de de Ivan Allué, donde profundiza en todos los lanzamientos que Mägo de Oz han editado a lo largo de sus treinta y cinco años de andadura y viene con fotos del grupo y con unas fabulosas ilustraciones de la artista visual @arlekia_arte y por último y no menos importante la mini novela incluida en el disco “Corazón de Mar” de Ealain, escrita por José Cruces, guitarrista de la banda donde su protagonista nos lleva de viaje por la Atlántida.

Pero esto no es todo, Sant Jordi, santo del que se celebra el Día Del Libro, viene la leyenda, la cual Saurom nos la relata en forma de canción con el título de “Dracum Nocte” donde se alían con las fuerzas del mal (el dragón) y que Drakum, haciendo honor a su nombre de banda, versionó para el disco homenaje a Saurom, “Mester de Juglaría”.

Pues bien es una antigua leyenda de Mont Blanc la cual narra la batalla que tuvo Sant Jordi (o San Jorge) contra una dragón que aterrorizaba la zona, al punto de poner en peligro la vida de sus habitantes, por lo que para apaciguar la ira del dragón se decidió entregar una persona cada día.

Cierto día le toco ser ofrenda a la hija del rey y antes de que esta fuera engullida por el dragón, hace su aparición Sant Jordi hiriendo de muerte al dragón de cuya sangre broto un rosal, el cual Sant Jordi entrego a la princesa. Desde entonces se tiene la tradición de que los hombres deben entregar a su amada una rosa.