FELIZ OSTARA

El día y la noche reinan juntos sobre el equinoccio de primavera, despierta la diosa del amanecer, y de la fuerza germinativa, vence el calor sobre el frío.

Un ritual de prosperidad y felicidad es ofrecer huevos coloreados a tus seres amados, regalarles buenos deseos..Se respiran los aromas de las flores, se escuchan los animales, la naturaleza de alza, es el renacer tras la muerte.

Ostara era celebrada prácticamente en todas culturas y civilizaciones antiguas y mantiene aún puntos en común con la celebración actual, de hecho, el cristianismo se evade de este momento solar para situar su fiesta de la Pascua, acordándose -en el año 325, en el primer concilio de Nicea- que la fecha de la Pascua sería el primer domingo tras la primera Luna llena después del equinoccio de primavera celebrando así, la muerte y resurrección de Cristo (paralelismo con la muerte del invierno y la resurrección de la primavera).

Esta fiesta simboliza la vida, el despertar de la tierra que hasta ahora, ha estado inerte por el paso del frío invierno. Es por ello que representa la fertilidad dando paso al comienzo de la primavera, el momento del germinar de las plantas y del criar de los animales. Ostara simboliza también el renacer, la vida tras la muerte. Los colores se hacen más luminosos y brillantes. Se respiran los aromas de las flores, se escuchan los zumbidos de las abejas y el canto de los pájaros. Los animales que hibernan salen de su letargo para retomar fuerzas y hacer frente al periodo primaveral.

Ostara, en antiguo inglés, Eostre, también es el nombre de una antigua divinidad germánica de la primavera, Ostara es la Diosa de la fertilidad, del amanecer, del despertar del ciclo germinativo y está asociada al inicio de la primavera. En la mitología nórdica, Ostara era la bendición más brillante del año, en la que se celebraba la victoria del verano sobre el invierno.

El equinoccio es el momento en el que el flujo solar es perpendicular a la Tierra, en otras palabras, el día y la noche tiene la misma duración, el Sol llega al punto más alto del cielo, eso pasa dos veces al año, en primavera y en otoño (Mabon). Es el momento del año en que los contrarios, el día y la noche, se armonizan, se equilibran.