El Leyendas del Rock de este año ha sido pura magia, no solo por los conciertos, sino por los reencuentros y abrazos que hacen que este festival siempre sea especial. Desde aquí, mi más sincero agradecimiento a:
- Clara de Embersland, por seguir siendo tan fantástica y genial, siete años después de aquel encuentro en Barcelona con Hadadanza.
- Patxi y Jayden de Khellëden, por no perder nunca la sonrisa, el buen humor… y aunque este año el anís tenis se haya quedado en casa, la alegría ha llegado igual.
- Iker de Níobe, siempre dispuesto a sumar y colaborar con su talento.
- Víctor y Moi de Raebelion, por esa amabilidad y ganas de aventuras que siempre llevan consigo.
- Narci y Joselito de Saurom, por ese amor infinito que transmiten en cada palabra y gesto.
- El contramaestre Robsthor Pico de Oro de Ekyrian, por mantenerse firme al timón y evitar cualquier rebelión.
- Jacobo de Liberad Al Kraken, por la sorpresa de encontrarnos y el honor de abrazar a uno de los digifrikis.
- Héctor del bar Fenrir de Argüelles, por la sorpresa de encontrarlo y descubrir que no flota detrás de la barra.
- Rodrigo, que después de tanto tiempo me reconoció y con quien compartí muy buen rollo.
- Campe, agradecido por un amigo fiel, loco y siempre con ganas de encontrar sorpresas.
- Alex, por ser un fotógrafo extraordinario y una persona más que excelente, y la sorpresa de descubrir que tenemos tantas buenas amistades en común.
- Jorge y Minerva de La Llave de Yggdrasil, por compartir más de esas emociones que ponen los pelos de punta.
- Arnau de Mitago, porque el tiempo pasa, pero compartimos las mismas impresiones de lo evidente.
- Santi de Rosebad, gracias por tus palabras y agradecimientos, y con ganas de conocer pronto al resto del grupo.
- Diego de Celtian y Mägo de Oz, por prestarse a la entrevista incluso después de una semana de auténtico maratón.
- Hadadanza, por seguir siendo únicos, creativos y con ese toque inconfundible.
- Cemican, por permitirme honrar a los dioses entregando mi corazón y compartir tantas vivencias entre el Viejo Continente y el Nuevo Mundo, descubriendo cuánto nos une y cómo siempre faltan horas para seguir acercándonos.
Cada encuentro, cada charla y cada risa forman parte de la historia que hace grande al Leyendas del Rock. Nos vemos en la próxima, con la misma pasión y aún más fuerza.





















