La polémica que sacude a Mägo de Oz sigue creciendo. La chispa saltó durante un concierto reciente, cuando el guitarrista Víctor de Andrés soltó un discurso cargado contra la corrupción que encendió las redes por insultar al presidente del gobierno, Pedro Sánchez y especialmente por una frase concreta:
“Dejad de robarnos la cocaína y las putas […] con el dinero que os pagamos nosotros.”
Aunque aludía al caso Koldo García, vinculado a presunto uso de fondos públicos en fiestas con drogas y prostitución, su tono de broma ha sido duramente criticado por tomarse a la ligera la explotación sexual. Tener motivos para denunciar la corrupción no justifica lanzar mensajes que normalicen la vejación y la trata de mujeres.
Aunque aludía al caso Koldo García, vinculado a presunto uso de fondos públicos en fiestas con drogas y prostitución, su tono de broma ha sido duramente criticado por tomarse a la ligera la explotación sexual. Tener motivos para denunciar la corrupción no justifica lanzar mensajes que normalicen la vejación y la trata de mujeres.
En su vídeo de respuesta, publicado en redes, Víctor no hace ninguna mención ni ofrece explicación concreta sobre esa frase, a pesar de ser una de las más comentadas y repudiadas del concierto.
El guitarrista sostiene que todo parte de un vídeo manipulado y sacado de contexto por “un chaval de 20 años”, al que atribuye afinidad con la derecha política. Según afirma, este joven habría recortado su intervención para que pareciera un discurso alineado con determinadas ideologías:
“Yo soy responsable de lo que digo, no de lo que los demás entiendan ni de lo que los medios de comunicación con tan poco rigor informativo hagan.”
Sin embargo, en la grabación que se ha difundido masivamente no parecen apreciarse cortes, saltos temporales ni señales claras de edición. Tampoco se detectan indicios de manipulación digital ni intervención con inteligencia artificial. Esta diferencia entre su versión y lo que se percibe en el vídeo ha generado controversia entre quienes le creen y quienes consideran que el material refleja fielmente lo dicho en el escenario.
La reacción de De Andrés llega después de varios días de reacciones intensas por parte del público, medios y también desde dentro de la propia banda. Jorge Salán, compañero suyo en Mägo de Oz, ya se desmarcó días antes con un mensaje firme:
“Yo no apoyo ese tipo de discursos, nunca lo he hecho y nunca lo haré.”
Por su parte, De Andrés inicia el vídeo con un tono claramente provocador:
“Hola, ¿qué tal?, ¿cómo estáis? Yo soy Víctor De Andrés, el nuevo Netanyahu, el hijo secreto de Franco, sí señor. Hitler es una maula a mi lado.”
A lo largo del vídeo insiste en que sus monólogos son parte habitual del espectáculo de Mägo de Oz y que en otras ocasiones ha cargado contra personajes como Donald Trump o el Papa, sin generar tanta repercusión.
“¿Dónde estabais cuando dije no al genocidio o cuando me metía con Trump ante 150.000 personas?”, se pregunta, dando a entender que sus críticas no van dirigidas a un color político concreto, sino al poder en general.
“No me gusta que me robe nadie, ni la izquierda ni la derecha”, añade.
En el cierre del vídeo, lanza un mensaje sobre la importancia de ser uno mismo y de tener pensamiento crítico, asegurando que es una persona de izquierdas que no tiene problema en criticar al partido que gobierna.
“Uno siempre tiene que ser uno mismo, porque así el día que te equivoques, los chavales te van a perdonar.”
También aprovecha para invitar al público a los conciertos de la banda con su habitual tono desenfadado:
“Os quiero mucho, espero que estéis muy bien, y os animo a que vengáis a ver a Mägo de Oz para partirnos el culo como nos lo partimos siempre.”
Ahora, las consecuencias han escalado al plano institucional. El Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa ha advertido que cancelará el concierto de Mägo de Oz previsto para el 19 de agosto si no hay una rectificación pública. El proceso de contratación, tramitado mediante negociación sin publicidad, está actualmente en pausa.
El gobierno local, formado por PSOE y BNG, ha calificado las palabras del guitarrista como una “frivolización inadmisible” y ha exigido una respuesta inmediata por parte de la banda.
Con declaraciones cruzadas, división entre fans, presión social y política, y un calendario de conciertos en entredicho, el conflicto sigue creciendo y no parece que vaya a terminar pronto.
Seguiremos informando.
