VEUS SENSE NOM, RAÍCES QUE SIGUEN HABLANDO GRACIAS A CURIAL

Desde Valencia, la banda de folk Curial presenta Veus Sense Nom, un trabajo que hunde sus raíces en la música tradicional con una propuesta rica en matices e instrumentos. Formada por Sergio Garay (voz, dulzaina, laúd, flautas y guitarra), Pablo Albeda (batería), Jose Javier Nájar (viola de rueda y voz), Kike Ripoll (guitarra), Rubén Tomás (guitarra y voz gutural) y Josep A. Raya (bajo), la formación conjuga lo ancestral con lo contemporáneo en un disco que invita a mirar de frente a la historia, a las leyendas y a las voces que aún resuenan desde el olvido.

PORTADA

La portada del disco Veus Sense Nom de Curial, diseñada por la artista Paula Doria (@mur_illustration), mezcla tradición y símbolos del mundo popular. El estilo recuerda a los grabados antiguos o a los dibujos de la cerámica valenciana, con colores tierra y vino que encajan muy bien con el ambiente rural del disco.

En el centro vemos a un hombre agachado trabajando la tierra con una azada, como imagen del mundo campesino y del vínculo con la tierra. A su alrededor aparecen varios elementos que parecen sacados de un sueño: una silla con un laúd apoyado, una luna decorada, un perro que parece un esqueleto y ramas con hojas que lo envuelven todo. Cada uno de estos detalles puede verse como una pequeña historia del pasado, como parte de esas “voces sin nombre” que da título al disco.

La luna, con letras que parecen antiguas o mágicas, da un toque misterioso. La casa del fondo y el camino que cruza la imagen unen lo personal con lo colectivo, como si la historia de una persona fuera también la de un pueblo entero.

Aunque a primera vista parezca un dibujo sencillo, la portada está llena de intención. Igual que la música del grupo, mezcla lo tradicional con una forma moderna de contar las cosas.

A LA PLAÇA DEL POBLE
(Instrumental – Música de Sergio Garay)

El disco se abre con A la Plaça del Poble, una pieza instrumental que funciona como bienvenida y declaración estética. Lejos de ser una simple introducción, esta melodía compuesta por Sergio Garay se convierte en un cuadro costumbrista que evoca imágenes de plaza mayor, encuentro vecinal y música tradicional al aire libre.

Construida sobre una base rítmica suave pero animada, la pieza despliega una instrumentación folk cuidada, donde brillan los timbres de cuerda y percusión tradicional. Suena a danza, a fiesta popular, a identidad compartida.

Es una forma de abrir las puertas al universo de Curial, como si invitara a tomar asiento en esa plaza donde van a contarse historias. El título no es casual: la plaza del pueblo es el lugar de reunión, de palabra y de música. Todo empieza allí.

En la grabación colabora Raül Rosselló a la percusión tradicional (tabal i redoblant), lo que refuerza el carácter festivo y comunitario de la pieza.


VEUS SENSE NOM
(Letra y música: Sergio Garay)

Como tema que da título al álbum, Veus Sense Nom es una declaración de intenciones. La canción establece desde el primer verso el hilo conductor del disco: la recuperación de voces olvidadas, el homenaje a las historias no oficiales y a las lenguas silenciadas.

Cada cançó relata una història de lluita i valor,
i tota història amaga una vida arrelada al seu cor
.”

La letra apela a la memoria, a la transmisión oral y al compromiso con una lengua rebelde al olvido y al miedo. Se canta desde la resistencia, pero también desde la ternura y el orgullo por lo heredado.

Som els hereus de totes les veus que no van callar,
que van cantar paraules prohibides en llengües vulgars.

La instrumentación refuerza este tono emocional con una base melódica delicada y orgánica, donde se suman flautas, cuerdas y la viola de rueda de Aitor Anibal Díaz (Turdion), colaborador habitual en varias pistas del disco. La canción va creciendo en intensidad hasta convertirse en una auténtica proclama.

Versos que encara ressonen al cor.
Llengua rebel a l’oblit i a la por!


SAETABIS
(Letra: Sergio Garay)

Con un tono más épico y combativo, Saetabis nos sitúa en la destrucción de la ciudad de Xàtiva como símbolo de resistencia. Desde su primer verso, la canción brota como un juramento:

Saetabis! Saetabis! Saetabis!
Amb la ràbia encesa, la venjança al cor…

El texto es directo, desgarrador, y va desgranando imágenes de guerra, devastación y pérdida. Casas reducidas a ceniza, sueños calcinados y gritos que se apagan entre llamas. La música refuerza esa tensión con un tempo más agresivo y el uso de voz gutural por parte de Rubén Tomás, aportando dramatismo al relato.

Per l’avarícia i el poder,
moren innocents.

Pese al dolor, el mensaje final es claro: la ciudad puede haber sido arrasada, pero su nombre sigue vivo en la memoria del pueblo.

Anys després el poble recorda,
l’olor de les cendres al vent.

El uso de la voz gutural y la base instrumental más intensa refuerzan el dramatismo del tema. La viola de rueda de Aitor Anibal Díaz también aparece en esta canción, aportando un sonido profundo que acompaña muy bien el tono triste y poderoso de la historia.


CAP DÉU
(Letra: Sergio Garay)

Cap Déu es una reflexión desgarradora sobre la pérdida de la fe, el dolor por la ausencia y el vacío que deja la muerte injusta. La canción se sitúa en un mundo dividido por convicciones, guerras y persecuciones, donde la religión ya no es consuelo, sino condena.

“Dividits per la religió,
condemna de mort.”

El texto plantea la búsqueda espiritual desde la desesperanza, como quien clama al vacío sin respuesta. El corazón que llora, la sangre de los mártires y el amor asesinado por el dogma convierten este tema en uno de los más oscuros y emotivos del disco.

“Sé que no hi ha res més enllà
i mai no he de callar.”

La estructura poética se apoya en la repetición del lamento, como una plegaria sin dios, y en la afirmación de que, aunque no haya más allá, hay que seguir hablando, denunciando, resistiendo.

Musicalmente, es probable que la canción tenga una atmósfera contenida, con momentos de tensión emocional y espacio para la voz como centro expresivo. Es de esperar un acompañamiento sobrio que deje respirar el mensaje, aunque el crescendo final podría reforzar la rabia que se acumula a lo largo del tema.

Colabora Aitor Anibal Díaz con viola de rueda, instrumento que aporta un tono grave, medieval y profundamente dramático a la pieza.


TERRA OBLIDADA
(Letra: Sergio Garay, Kike Ripoll y Pablo Albelda)

Terra Oblidada habla de una tierra que ha sido olvidada y de un pueblo que lucha por ella. El principio recuerda un pasado mejor que ya no está:

Records d’un temps de somnis soterrats,
herència d’un llegat ja oblidat.

Ahora es tiempo de hambre, ceniza y abandono:

Ara és el temps de cendra i de fam,
una lluita incansable per davant.

Pero también es un canto de unión. La tierra no se rinde, y la gente se levanta con las herramientas del trabajo:

Ens unim hui per lluitar,
la terra com a estendard
amb l’aixada i la corbella
i la saviesa popular.

El cierre es potente. La tierra y el cuerpo son uno mismo, y los dos están siendo heridos:

La meua terra, la meua carn,
les dos les volen dessagnar.

Es una de las canciones más políticas del disco, y no por casualidad fue el primer videoclip que presentaron. Resume el espíritu combativo, emocional y colectivo de Curial.


LA MAR ALS ULLS
(Letra: Sergio Garay)

Esta canción habla de un amor que sigue muy vivo, aunque haya distancia. La persona que canta se queda embobada cuando ve a la otra acercarse, y aunque intenta disimular, no puede evitar lo que siente.

Com vols que em quede embobat
quan et veig caminar cap a mi?

Le gustaría quedarse esa noche con ella, dormir juntos, pero sabe que al despertar volverá a estar solo. Aun así, sigue soñando con esa mirada:

Al despertar em perdré
sens dubte al mar
que tens als ulls.

El “mar en los ojos” es una forma bonita de hablar de lo que le transmite esa persona: emoción, profundidad, belleza. Recuerda canciones, momentos, y no puede evitar ponerse triste:

Com vols que no trenque a plorar
si em pose a recordar?

Aunque sabe que hay muchas cosas que los separan, no quiere rendirse. No puede olvidarla y no dejará de cantar por ella:

I encara que no
ens tornem a trobar
jo no deixaré de cantar.

Es una canción muy dulce, triste y sincera, perfecta para cantar con el corazón en la mano.


LA CERCAVILA
(Letra: Sergio Garay)

Esta canción es una fiesta. Habla de las cercaviles, esos pasacalles llenos de música, bailes, gigantes y alegría que llenan los pueblos durante las celebraciones. Desde el principio, la canción invita a dejarse llevar por la emoción:

Deixa que brolle l’alegria
vull sentir-te cantar
les cançons que un dia tu
m’ensenyaràs a estimar.

Aparecen todos los personajes típicos: los nanos, los gigantes, las muixerangues, cristianos, moros y toda la música popular. Todos se apuntan al baile.

Els dolçainers, tabaleters
i tota la rondalla
donen l’avís
per començar a cantar.

La letra anima a cualquiera que se sienta triste o sin rumbo a salir y unirse. Porque cuando hay fiesta, hasta la pena se vuelve más ligera:

Vine-te’n de cercavila,
si no tens on anar o estàs ja fart de la vida.
La pena no és tan gran quan festeges per la vila.

Entre mistela y versos, también hay humor. Se bromea con que el concejal se ha bebido la cassalla, un licor típico valenciano con alto grado alcohólico, muy presente en fiestas populares. Su mención aporta ese punto de picardía y costumbrismo tan propio de la canción.

Y como sorpresa especial, aparece en el videoclip Gus, bajista de Celtibeerian y compañero de Sergio. Siendo manchego, a saber cuánta cerveza hizo falta para que fuera capaz de cantar en valenciano, pero su voz grave y rasgada le da un toque especial y canalla que encaja perfectamente.

Flama immortal, al pas dels anys,
resistència i memòria
identitat, veu popular
relleu dels avantpassats.

La canción termina por todo lo alto. La cercavila ha llegado y no hay excusas. La fiesta ya ha tomado las calles.

No deixes de ballar, perquè avui és la Cercavila!
La festa ja ressona per pobles i ciutats,
la cercavila ja ha arribat!


THE FIRST AND THE LAST
(Letra: Sergio Garay – en inglés)

Esta canción nos traslada a un escenario de guerra y resistencia. La letra, escrita en inglés, describe a un pueblo defendiendo su tierra frente a un enemigo que regresa sin alma, con sed de conquista:

“A thousand men without a heart
want to conquer our land.”

Se trata de un canto de ánimo dirigido a los que luchan. Se les recuerda que no hay marcha atrás y que deben combatir con honor, fe y amor por su tierra y familia:

“Pick your sword,
saddle your horse,
kiss your wife and hug your son…”

El título, The First and the Last, sugiere que quien pelea por su tierra puede ser el primero en levantarse y el último en caer. Un tema épico y directo, con fuerza, que combina muy bien con el sonido folk marcial del grupo.


THE BAT

(Letra: Sergio Garay – en inglés)

Habla de la leyenda del murciélago que ayudó a Jaume I a conquistar Valencia. En el relato, el animal avisa al campamento cristiano de un ataque musulmán, convirtiéndose en símbolo de protección. Desde entonces, el murciélago acompaña el escudo de la ciudad y aparece en muchas representaciones heráldicas. Aquí también se convierte en protagonista:

Don’t bother this awesome creature,
it will lead us to our win.

Musicalmente, la canción es intensa, con un ritmo marcado y una guitarra que combina firmeza con melodía. Hay una sensación constante de urgencia, como si estuviéramos en mitad de la batalla. La percusión lleva el pulso con paso decidido y la melodía principal, pegadiza y tensa, da ese aire casi cinematográfico. La voz narra con energía, y el estribillo destaca por su fuerza. Es fácil imaginar esta canción como parte de una escena épica.

Más allá de la leyenda, el murciélago se ha convertido en un símbolo arraigado en la identidad del pueblo valenciano. Tanto es así que siglos después, tras la Guerra de Sucesión, el rechazo al rey Felipe V por haber arrasado la ciudad de Xàtiva llevó a colgar su retrato boca abajo como acto de protesta. Ese mismo espíritu de resistencia está presente en el trasfondo de la canción.

La canción repite al final los versos que aparecen en medio, como un eco o recordatorio de que la historia ha quedado grabada para siempre. Musicalmente, mantiene la energía y añade una dimensión más a ese diálogo entre tradición, orgullo y memoria que atraviesa todo el disco.


AL PAÍS DE L’OLIVERA
(Versión de Obrint Pas)

Esta versión que hace Curial de la canción de Obrint Pas es un homenaje precioso a la tierra valenciana. Está llena de imágenes bonitas que nos hacen imaginar paisajes, sabores y recuerdos de la infancia.

Habla de campos, naranjos, casas blancas, arroz con costillas, bicicletas por las acequias, niños jugando, sueños y promesas. Todo con un lenguaje muy poético pero fácil de sentir. Nos lleva al lugar donde uno se siente en casa, con la gente de siempre y las cosas que no se olvidan:

Al país que jo ara enyore
hi guarde un tresor secret
un lligam que mai no es trenca
un amor que mai no es perd.

La música de Curial mantiene ese aire cálido y nostálgico, y le da un toque aún más delicado. Es una de las canciones más tranquilas y emotivas del disco, perfecta para parar un momento y dejarse llevar por los recuerdos.


LA MUIXERANGA

(Canción tradicional, arreglada por Sergio Garay)

Muixeranga

Esta pieza instrumental tiene un significado muy especial. La Muixeranga es una tradición muy antigua del pueblo de Algemesí, en la Comunidad Valenciana. En ella se forman torres humanas, pero no son como los castells de Cataluña que muchos conocen. Aunque se parecen, la muixeranga es más antigua y tiene un sentido muy diferente.

Mientras que los castells buscan hacer torres muy altas y competir entre grupos, la muixeranga tiene un aire más ritual. Las figuras humanas no buscan tanto la altura, sino representar escenas simbólicas o religiosas. Todo va acompañado de una música solemne, que se interpreta con instrumentos tradicionales como la dulzaina y el tabal, y que le da un ambiente casi mágico.

Curial interpreta esta canción sin letra, respetando esa emoción profunda que transmite solo con la melodía. Además, cuentan con Raül Rosselló al tabal y redoblante, lo que refuerza ese vínculo con la tradición.

La Muixeranga cierra el disco de forma muy acertada: suena a despedida respetuosa, como si el grupo quisiera rendir homenaje a sus raíces y terminar este viaje musical con algo que une música, historia y sentimiento.


CONCLUSIÓN

Veus Sense Nom no es solo un disco, es una declaración de amor por la cultura popular valenciana. A través de cada canción, Curial recupera sonidos, palabras, paisajes y memorias que forman parte del alma colectiva de su tierra. El grupo combina con acierto la emoción, la crítica, el humor y la tradición, sin perder nunca de vista el presente.

Las letras tocan temas como la identidad, la memoria histórica, la lengua, la fiesta o el dolor por la pérdida, siempre desde un enfoque sincero y muy conectado a lo cotidiano. La instrumentación, rica y variada, respeta la esencia folk sin renunciar a momentos más potentes o delicados según lo pide cada historia.

El disco tiene momentos íntimos, otros combativos, otros que invitan a la fiesta y otros que remueven. Pero todos comparten una misma intención: dar voz a quienes no la tuvieron, a quienes fueron olvidados o silenciados. Y en ese sentido, el título del álbum no podría ser más justo.

Curial ha conseguido algo muy valioso: hacer que lo tradicional vuelva a sonar actual. Y lo ha hecho con respeto, con talento y con mucha alma.