WEIRWOOD DESPIERTA LA LEYENDA DE “MICHIZTLÁN”: FOLK METAL ENTRE LÁGRIMAS Y LAGUNAS MALDITAS

La banda mexicana de folk metal Weirwood ha lanzado el videoclip de “Michiztlán”, su nuevo single incluido en el disco Historias de México. Este tema se inspira en la leyenda trágica de la laguna de Santa María del Oro, ubicada en el estado de Nayarit, y mantiene el espíritu del grupo por rescatar el folclore y la tradición oral a través de una propuesta musical potente y cargada de emoción.

La letra, por su parte, narra la historia de dos jóvenes de familias rivales que viven un amor prohibido en las montañas. Al ser descubiertos por el rey, son castigados y su final marca el origen trágico de la laguna:

Cuando vengas a pasear, ten cuidado de quien salga a cazar,
una flecha bastará para empezar una tragedia de amor.
Entre encinos y pinares, dos familias son rivales: Michiztlán.

Michiztlán, Michiztlán, tú has visto dos amantes llorar,
la laguna ha nacido de hambre y de tristeza
y juntos ya no pueden estar: Michiztlán.

La canción, con una atmósfera melancólica que alterna la suavidad de las voces con arrebatos de intensidad instrumental, evoca el relato de un amor imposible, una pérdida profunda y el tránsito hacia el más allá. Weirwood toma el mito local y lo transforma en una pieza que conecta lo ancestral con lo contemporáneo, con tintes góticos y arreglos que mezclan instrumentos tradicionales con el metal sinfónico.

El videoclip, estrenado el 11 de julio, refuerza esa conexión con lo místico a través de una cuidada estética, juegos de luces y una narrativa visual que acompaña la tragedia contada en la letra. En apenas unos días ha conseguido una gran acogida entre los fans, que destacan su belleza visual y la intensidad interpretativa del grupo.

Una de las escenas más simbólicas muestra a los dos protagonistas junto a la laguna: él, con taparrabos y capa roja, empuñando un bastón ceremonial, y ella, con un vestido oscuro cubierto por gasas claras que ondean como si fuesen espíritu o viento. El gesto de colocar flores en su rostro añade un componente ritual que refuerza la dimensión trágica de la historia, evocando el sacrificio, la despedida y la pérdida.

Una de las escenas más simbólicas muestra a los dos protagonistas junto a la laguna: él, con taparrabos y capa roja, empuñando un bastón ceremonial, y ella, con un vestido oscuro cubierto por gasas claras que ondean como si fuesen espíritu o viento. Llama especialmente la atención que la vocalista lleva puestas carrilleras, las correas en forma de cruz donde se colocaban balas de escopeta durante la Revolución Mexicana, alrededor de 1910. Este detalle visual resulta algo discordante con la ambientación prehispánica de la leyenda narrada, aunque no desentona del todo con la carga simbólica y dramática del conjunto. El gesto de colocar flores en el rostro del protagonista añade un componente ritual que refuerza la dimensión trágica de la historia, evocando el sacrificio, la despedida y la pérdida.

Otro elemento visual destacado es el uso del símbolo Nahui Ollin, de origen náhuatl y presente en códices mexicas. Este glifo representa al Sol, el movimiento, la renovación y los ciclos cósmicos. Sin embargo, su inclusión no termina de encajar con el contexto geográfico de la leyenda, ya que en Nayarit no se asentaron culturas mayas o aztecas, sino que predominaron pueblos como los huicholes, los coras y los tepehuanos, con cosmovisiones, arte y vestimenta muy distintos. Esta elección estética, aunque visualmente impactante, puede generar una representación algo descontextualizada respecto a la riqueza cultural real del estado.

Con este lanzamiento, Weirwood continúa dando pasos firmes en su camino dentro del folk metal nacional, sumando referencias culturales y consolidando su propuesta poco a poco.