MÄGO DE OZ EMOCIONA CON “LA TIERRA DE NUNCA JAMÁS”, UN HOMENAJE OSCURO Y ÉPICO AL UNIVERSO DE PETER PAN

Mägo de Oz vuelve a poner el corazón sobre la mesa con “La Tierra De Nunca Jamás”, un tema potente, cargado de épica y emoción, en el que el dolor por la pérdida se transforma en un viaje simbólico hacia un lugar donde no existe el juicio, el miedo ni la muerte. Lejos de tratarse de una balada, la canción se sostiene con una instrumentación firme, una base rítmica intensa y un estribillo que se clava como un conjuro.

Desde los primeros versos, el protagonista se dirige a alguien que ya no está: “Hace tiempo que quiero hablarte, necesito saber si tu alma al morir sigue aún junto a mí”. La herida es reciente, el amor sigue intacto, y la canción avanza como una carta abierta entre este mundo y el otro.

El título no es casual: “La Tierra De Nunca Jamás” alude directamente al universo de Peter Pan, ese lugar imaginario donde los niños nunca crecen y la muerte no existe. Sin embargo, Mägo de Oz lo reinterpreta con un tono más oscuro y emocional: no como un rincón de juegos y aventuras, sino como un refugio espiritual al que se anhela escapar para reencontrarse con quien se ha ido. El estribillo lo deja claro: “Llévame a la tierra de nunca jamás, donde nacen sonrisas en el corazón, donde nadie me pueda juzgar… Quiero ir junto a ti”.

La historia se torna aún más cruda cuando se revela la decisión de la protagonista de seguir a quien partió: “Una mañana la vieron saltar… la luna cuenta que de noche les puedes ver ir abrazados, son… una estrella fugaz”. Así, la canción enlaza el dolor con la fantasía, y la fantasía con la eternidad, en una espiral que solo Mägo sabe construir: emocionalmente devastadora y musicalmente vibrante.

Con “La Tierra De Nunca Jamás”, Mägo de Oz demuestra que la fantasía no es solo evasión: también puede ser un lenguaje para hablar del duelo, del amor que no se extingue, y de ese deseo profundo de volar lejos cuando el corazón ya no encuentra consuelo en esta realidad.