La banda chilena Folkheim presenta su nuevo tema “Y la herida se cerró de cansancio”, una canción que transmite el peso de una lucha interna que ya no puede seguir. Lejos de la rabia o la épica, aquí hay agotamiento, aceptación y un cierre necesario.
Con su habitual mezcla de black metal y raíces chilenas, Folkheim baja la intensidad para dar paso a una reflexión profunda. La música es lenta y sombría, casi como un eco que se apaga. La voz, desgastada y sincera, deja sentir que el dolor no siempre grita: a veces se calla.
El tema parece dialogar con palabras como las del investigador Sergio Caniuqueo, quien advierte sobre una desconexión creciente entre el discurso y la realidad de su pueblo: “el pueblo está hablando a través de su silencio y ha decidido, al parecer, no ser pueblo”. Ese mismo silencio, que pesa más que mil discursos, también se siente aquí.
Este lanzamiento marca un cambio de tono respecto a trabajos anteriores como Mapu Ñi Tiam, pero no pierde el alma crítica ni la conexión con el territorio. “Y la herida se cerró de cansancio” no busca llamar la atención: muestra lo que pasa cuando ya no queda nada por decir.
Folkheim no solo hace metal, hace memoria. Y en ese acto de recordar también nos obliga a mirar de frente lo que se va perdiendo.
