El pasado 21 de marzo, Saurom volvió a dejar huella en la historia del folk metal con un espectáculo inolvidable en el Movistar Arena de Madrid, donde la banda interpretó con grandiosidad su emblemática canción “Nostradamus”. Ante más de 8000 personas, la formación gaditana ofreció una actuación colosal en la que música, teatro y emoción se unieron en perfecta armonía.
La velada brilló especialmente por la presencia de cuatro de las mejores voces del heavy metal español, que compartieron escenario para dar vida a esta monumental interpretación. A la voz principal de Miguel Ángel Franco, alma y narrador natural de la obra, se unieron tres artistas de enorme talla que enriquecieron cada matiz de la canción con estilos vocales tan distintos como complementarios.
Elizabeth Amoedo (Against Myself) sorprendió al público con su aportación en los guturales, desplegando una fuerza desgarradora y oscura que dotó a la canción de un contraste brutal y efectivo. Isra Ramos (Amadeüs) imprimió dinamismo y electricidad con su característico despliegue técnico, mientras que Ramón Lage (Avalanch, Adventus) aportó profundidad emocional y una interpretación cargada de intensidad lírica.
El espectáculo alcanzó aún mayores cotas gracias a la participación de Antonio Mesen, que con su interpretación al whistle otorgó una dimensión mágica y ancestral a los momentos clave del tema. Junto a él, el imponente Coro “El Batallón de Mordor”, dirigido por Juanlu Lorenzo, envolvió el escenario con una atmósfera coral majestuosa que reforzó el dramatismo de la composición. Dentro del coro se encontraban reconocidos artistas de la escena como Patxi (Khëlleden) y Dave (Hadadanza), cuya presencia aportó aún más fuerza y personalidad al conjunto vocal.
La interpretación de “Nostradamus” fue mucho más que un momento destacado dentro de un concierto: fue una experiencia escénica que convirtió esa noche en algo irrepetible. Saurom demostró, una vez más, su capacidad para emocionar, sorprender y elevar el género a nuevas alturas. El 21 de marzo de 2025 será recordado como una fecha histórica, en la que más de 8000 almas vibraron al unísono con una de las obras más ambiciosas y teatrales de la banda.