Los mexicanos Cemican vuelven a demostrar su poder ritual y visceral con el lanzamiento de “TÁAN TI’ LE XIBALBÁ”, una pieza que hunde sus raíces en la cosmovisión maya y desata un vendaval sonoro de muerte, oscuridad y espiritualidad prehispánica.
A través de versos como “Errante entre las moscas, podrido y pestilente” y la invocación directa a deidades del inframundo como Ah-Puch, Kisin o Yum Kimil, Cemican sumerge al oyente en una experiencia chamánica cargada de percusión tribal, riffs implacables y cánticos desgarrados que parecen salir directamente de los cenotes sagrados. El estribillo, “¡Táan ti’ le Xibalbá!”, se repite como un llamado a cruzar el umbral hacia la Casa de los Lamentos.
El videoclip que acompaña el tema refuerza la sensación de ritual oscuro con escenas cargadas de elementos tradicionales, máscaras, fuego y figuras que evocan el inframundo. La ambientación es sombría y poderosa, con una estética que nos lleva a un viaje visual al Xibalbá, representando la muerte, el castigo y la conexión con los dioses mayas. Todo encaja con la música para transmitir la idea de un descenso espiritual, una especie de ceremonia fúnebre que mezcla lo ancestral con la fuerza del metal.
“TÁAN TI’ LE XIBALBÁ” no es solo una canción. Es un portal abierto al horror sagrado, al polvo de los ancestros y al eco eterno de los sacrificios olvidados.