LOS IDUS DE MARZO: EL DÍA QUE CAMBIÓ ROMA Y QUE SALDUIE CONVIRTIÓ EN HIMNO

Las calendas anunciaban la tempestad en Roma, pero pocos fueron los que supieron interpretar la amenaza oculta en las palabras de los augures. Era el 15 de marzo del 44 a.C., los Idus de Marzo, el día en que la ambición y la traición se dieron la mano en un sangriento pacto de acero. Cayo Julio César, el conquistador de las Galias, el dictador perpetuo, avanzaba con paso firme hacia el Senado sin saber que el destino ya había dictado su sentencia. Entre las sombras, los conspiradores afilaban sus dagas, aguardando el momento en que la historia se detuviera para teñirse de rojo.

Pero la historia de los Idus de Marzo no solo es la de la muerte de un hombre, sino la de la transformación de un imperio. No fue la primera vez que Roma marcó el tiempo con sangre y fuego, y como antes, la guerra y la venganza seguirían escribiendo su destino.

Mucho antes de la traición a César, Roma había alterado su calendario para iniciar el año con los Idus de Marzo en lugar de las calendas de enero. Fue en tiempos de la guerra contra los celtíberos, cuando la ciudad de Sekaiza se alzó contra la opresión romana. Los belos, uno de los pueblos de la Celtiberia, vieron cómo sus tierras eran arrasadas por las legiones de Quinto Fulvio Nobilior. Pero no se sometieron. Lucharon con fiereza y marcaron en la historia el precio de la resistencia.

La canción “Carus de Sekaiza” de Salduie, incluida en el álbum Belos, rescata este episodio en su letra, reflejando la valentía de aquellos guerreros que con falcatas en mano se enfrentaron a un imperio.

“Hoy, escrito queda el día en que Roma cambiará sus costumbres y sus fechas por la guerra declarar.”

Los belos no solo defendieron su oppidum, sino que su resistencia llevó a Roma a transformar su manera de medir el tiempo. Las batallas contra los celtíberos fueron tan cruentas que Roma cambió su calendario, usando los Idus de Marzo para marcar el inicio de su año militar, sellando así en la memoria su error colosal.

“Recordarán, con tinta oscura en su historia este error colosal. No volverán en Vulcanalia a alzar sus tropas tras caer a mis pies.”

Pero la traición y el destino siempre han acompañado a la historia de Roma. Siglos después, el 15 de marzo se convertiría en el día de la caída del hombre más poderoso del mundo antiguo. Los Idus de Marzo ya no solo marcarían el inicio de una guerra, sino el fin de una era.

Los ecos de la historia resuenan aún en la música y la memoria. Y aunque Roma terminó por doblegar a los belos, su valentía quedó grabada en la piedra de su ciudad y en las notas de quienes aún recuerdan su lucha. Porque en la batalla de la memoria, la historia nunca se olvida.