La jornada de carnavales en la Santana 27 de Bilbao se vistió de gala con una noche cargada de música, emociones y un ambiente festivo que dejó huella en todos los asistentes. El cartel prometía una velada inolvidable con Khymaira, Ekyrian y Reino de Hades, y vaya que cumplieron con creces.
KHYMAIRA: UNA APERTURA EPICA
La velada dio comienzo con Khymaira, quienes entraron en escena con un intro cargado de epicidad que preparó al público para la descarga de “La Voz del Verdugo“. Borja, envuelto en una capa, tomó el escenario con autoridad y su potente voz conquistó desde el primer instante.
Con “Codex Gigas“, Borja animó a la gente a acercarse, generando un ambiente más íntimo con los asistentes de la primera fila, quienes no perdieron detalle del espectáculo. “Adiós” trajo consigo melodías con tintes arabescos cortesía de Ioseba, perfectamente combinadas con la batería de Igor, aportando un dinamismo especial a la interpretación.
“Yo Soy” desató la participación del público con gritos de “hey, hey”, mientras Borja interactuaba con los asistentes y Mikel aportaba su registro gutural desde el bajo. A continuación, presentaron a su nuevo batería, Igor, y dedicaron una canción a la pandemia: una interpretación cargada de sentimiento que comenzó con acordes suaves y sonidos de lluvia para luego estallar en una poderosa descarga de heavy metal.
El setlist avanzó con “Sangre Azul“, un tema que fue creciendo en épica y que llevó a Borja a dirigir al público en una ola de un lado a otro de la sala. La sorpresa llegó con la colaboración de Diego, de Ealain, en “Última Carta“, un dueto que destacó por la fusión de voces y su espectacular ejecución en los agudos.
EKYRIAN: EL ESPÍRITU PIRATA DESPIERTA LA FIESTA
Tras una breve pausa, el ambiente se transformó en una auténtica taberna pirata con la llegada de Ekyrian. Con una narración introductoria, la banda dio inicio con el single homónimo “Ekyrian“, marcando el comienzo de su festivo y poderoso espectáculo.
“Alza el Viento” mantuvo la energía en lo alto, con un vibrante solo de guitarra de Fran acompañado por la flauta de Aitor, haciendo que las manos cornudas se alzaran entre el público. Luego, el capitán Jorge pidió a Aitor que los transportara a Japón con “Kaguya“, donde la flauta travesera sirvió de puente para el despliegue de las guitarras de Fran e Ibai. Durante la interpretación, el contramaestre Roberto bajó del escenario para hacer aún más épica la fiesta entre el público con su bajo, aumentando la conexión con la audiencia.
Uno de los momentos más emotivos llegó con “Volverte a Soñar“, presentada por Ibai como un homenaje a quienes ya no están, en especial a su aita. Antes de comenzar, Ibai dio las buenas noches y agradeció la presencia de todos, mencionando con un toque de humor que él venía “de Cádiz”, aunque en realidad es de Bilbao. La interpretación estuvo cargada de sentimiento, con la banda volcada en cada nota y en cada palabra.
La intensidad subió con “Valor” y “El Alquimista“, donde el violín de Nuria y los teclados de Miguel añadieron un matiz especial a la noche. “Rey Blanco” marcó la recta final con un protagonismo brillante del violín y la flauta travesera, mientras que “La Balada de Wilfred El Enano” cerró el show con una explosión de alegría, saltos y voces compartidas entre Fran y Jorge.
REINO DE HADES: UNA DESPEDIDA TRIUNFAL
Para culminar la noche, Reino de Hades tomó el relevo con un inicio impactante de espaldas al público y un intro que preparó el terreno para “La Reina Oscura“. Desde el primer instante, el teclado de David y el violín de Sergio marcaron la identidad sinfónica del grupo, mientras que Francisco y Javier se encargaban de una sólida base de guitarras.
Joe, con carisma y entrega, animó al público a levantar los cuernos y calentar motores con “De Tabernas Y Tesoros“, una pieza festiva en la que las voces graves de Joe, Antonio y Juan se fusionaron con la magia del violín y el whistle.
Tras presentar a la banda y destacar los 800 kilómetros recorridos desde Jaén hasta Bilbao, Reino de Hades continuó con “A Través de Tí”, una pieza versátil en la que cada instrumento tuvo su momento de protagonismo. Luego llegó “Sueños Perdidos“, tema que formó parte del álbum homenaje a Saurom y que fue coreado con pasión por el público.
El público se mantuvo entregado en “No Mires Atrás“, con un Sergio brillando en el violín y Joe dirigiendo los coros y las palmas. “El Gran Khan” trajo una combinación de flauta, bouzuki y teclados que desató el baile entre los asistentes.
El clímax festivo llegó con “La Rubia Jobial“, un himno a la cerveza que hizo saltar a la sala entera, con Juan estrenando la gaita en esta interpretación. Sin respiro, “Ryan’s Polka” mantuvo la fiesta encendida, mostrando a un Reino de Hades totalmente desatado.
Para cerrar la noche, “Barbanegra” fue el broche de oro con un épico despliegue de coros, melodías de violín y flauta, y una batería arrolladora de Fabio. Joe, con su característica energía, dirigió al público en un último canto conjunto que resonó en toda la sala con Antonio dándolo todo con su bajo cual rockstar.
Pese a la insistencia del público con un rotundo “BESTE BAT, BESTE BAT!”, el tiempo no permitió un bis, pero la satisfacción y la euforia se quedaron en el aire, dejando claro que esta jornada de carnavales en la Santana 27 de Bilbao será recordada por mucho tiempo.
