La noche de Walpurgis también conocida como la “Noche de las Brujas” es una festividad celebrada en gran parte de Europa Central. En honor a la Diosa Walpurga. Cada noche del 30 de abril al 1º de mayo, la fiesta comienza con danzas, luego se enciende una enorme hoguera y retumban los tambores. Extinguidos los fuegos de la medianoche, se le da la bienvenida a quien traerá consigo la salud y la fecundidad, a la sucesora de todas las brujas: la «Reina de Mayo».
Esta festividad tiene sus orígenes con los vikingos y más tarde fue adoptada por los celtas en la festividad de Beltane, en honor al dios del Fuego, Belenos; el objetivo de esta celebración era dar por terminada la temporada de invierno y, a su vez, dar la bienvenida a la primavera encendiendo hogueras cuyo humo renovaba y purificaba al pueblo, en Walpurgis se encienden grandes hogueras, con la intención de ahuyentar a los malos espíritus
Noche llena de magia, momento en que los velos entre los mundos desaparecen, al igual que en Samhain, puesto que estamos a la mitad del calendario, podemos comunicarnos con los seres del bosque, Hadas y con nuestros Ancestros.
Se encienden hogueras cuyo humo renueva y purifica, esperando la pronta transición de la primavera al verano, pues estamos adentrándonos a la época del año más luminoso.
Se celebra la unión del Cielo y la Tierra, es decir, Ritos de fertilidad y los misterios Eróticos envueltos, protegidos y auspiciados por el manto verde de la Dama.
El Green Man (Hombre Verde) preside en la festividad, representa los espíritus del bosque que renacen en esta fecha y llenan los bosques para celebrar el ciclo del crecimiento.
La iglesia católica pronto absorbió el Beltane y lo asimiló como parte de sus propias festividades. De esta manera, cuando el Papa Adriano II canoniza a Santa Walpurga se siguió con la fiesta sin temor a represalias.
¡A bailar alrededor de las hogueras!