
Llegábamos a la Sala Santana 27, en Bilbao, Capital del Mundo; y, tras un rato de montaje, pruebas de sonido y afinación de instrumentos (sobre todo los de Dagda ((whistle y gaita)), Iñigo ((alboka)) y Javi ((violín))), aparecía un escenario dispuesto a emular aquellos balleneros de vascos fallecidos en las tierras de Islandia, con dos redes dispuestas sobre los estandartes del símbolo de “Baskavígin” de Incursed y un arpón (¡sí!, uno de verdad, delante de la batería de Amo) que embelesaban al público que iba entrando sin saber todavía el gran show al que iban a asistir.
Con una sala prácticamente llena, Incursed hacía irrupción con sus más increíbles sonrisas, que por cierto… para sonrisa la de nuestro querido Javi/Caleb, quien una vez más ponía a disposición su arte con arco y violín para un gran espectáculo con sus queridos vascos abriéndolo con el tema que da nombre al disco, “Baskavígin”.
En segundo lugar, la revolución se presentó en la sala con un tema sobre algo que a muchos de los asistentes les encanta, la cerveza, ‘’Who Stole My Beer’’, esa canción en honor a esas desaparecidas cervezas en los conciertos, la cual hace que el público ponga cuernos en alto y que, hasta más de un apasionado, hiciera headbanging.
Tras esto, presentaron entre bromas, dando vítores en euskera a los de Ondarru, a Javi Rubio de Drakum/Northland /Trobar de Morte.
Con ‘’Cryhavoc!’’ aumentó la atención del público, pues es un tema para mentes privilegiadas, que además, con la colaboración de Javi, lo hace más épico y complejo para no tener que perder ningún detalle.
Tras este épico tema, llegó uno de los grandes clásicos, “Heart of Yggdrasil”. La conjunción y complicidad del grupo y sus invitados denotaba las muchas ganas que tenían de tocar en la capital del mundo, Bilbao; y el público lo sabe, asiente desde su silla, se estaban convirtiendo en unos seguidores más fieles que nunca de Incursed.
Después de esta canción, Javi les “abandonó”, siendo Jonkol el que da un discurso de agradecimiento a la gente y recordando las medidas sanitarias que hay; y anunciaron con esto un tema muy alegre, “Beer Bloodbath”, que en anteriores ocasiones ya habíamos sido testigos de la festividad de este tema, tan jovial que anima a la gente a hacer moshpits (pero siempre respetando las medidas impuestas).

La alegría hace que el público bromee con la banda y, tras esto, se anunciaba la llegada de un tema de “Baskavígin” … ¡viene el cazador negro, viene Mateo Txistu!, del cual, si queréis conocer mejor su historia, podéis ver nuestro programa de ‘’Rondadores del Folk: especial Baskavígin’’, donde hablamos acerca de este cazador que inspira a Incursed a escribir su gran canción “The Black Hunter”.
Al acabar, Jonkol anunciaba algo para revolucionar entre vaciles del público, pues era el turno de un tema sobre un peculiar alquimista, “Patxi Porroi”. Cabe destacar que los aplausos marcaron el estribillo de esta canción tan cañera.
El hambre surgía entre el público e Incursed nos alimentó musicalmente con la famosa carne de troll, que no deja al público indiferente preparándose para algo épico; y es que ‘’Euskotroll-Label’’ es un tema expectante que siempre acaba en aplausos. Las colaboraciones de Dagda y de Íñigo hicieron de esta canción, sobre el escenario, algo más voraz e increíble de lo que ya de por sí es.
“Suaren Lurraldea”, una canción archiconocida hasta en grandes festivales como el Leyendas del Rock, sonaba más increíble centrándonos en que la alboka de Íñigo y el whistle de Dagda le daban una sensación de más grandeza.
Tras el legendario tema, nos llega uno con mucha marcha (y esta vez sin que a Haitz se le cayera el bajo, como bien le recordaban entre bromas aquellos que estuvieron en el concierto de la Urban Rock Concept de Vitoria-Gasteiz), “Zombeer Alcoholocaust”. Al público poco le faltó para mandar a volar las sillas y hacer un moshpit, pues en esta ocasión el trío de invitados estaba en el escenario todos juntos con Incursed.
Y por fin llegaba el tan ensayado tema en el backstage por parte de los invitados, pero no sin antes agradecer a todas las personas que habían asistido, a la gente de la sala santana 27 y a los medios de prensa por todo el trabajo. La canción esperada era “Souls on Fire”, que contaba con el entusiasmo del público ante el melódico inicio tratando de diferenciar los épicos instrumentos de los invitados, a los cuales se les veía concentrados y compaginados.
Mientras Dagda inflaba la gaita, Jonkol picaba al público para saber si querían alguna canción más, a lo que el público respondió con: ‘’¡BESTE BAT, BESTE BAT!’’. Así se anticipaba una breve melodía mientras Lander azuzaba al público diciéndoles que parecían guipuzkoanos porque no se les oía. En este tema se vio la más épica cara de felicidad y clase de Javi, Dagda estaba más que en sintonía con sus compañeros y con una sonrisa reluciente, e Iñigo, con su alboka, más a tope, pues era su primera vez en un escenario tan grande por lo que supimos; así que, con esto, veíamos a Jonkol con su keytar subirse a la plataforma donde estaba situado Amo con la batería, para cuando daba inicio el tema, saltar desde ahí con este cover de The Who titulado “Take On Me”.
Tras todo esto, en el camerino fueron todo son sonrisas de satisfacción ante el gran concierto que habían dado, un recuerdo que no se olvidará fácilmente de la mente de muchos y quien sabe si pronto, inmortalizado en un vídeo que lo podrán mostrar públicamente.
Desde Brutal Folk Metal solo se les puede decir: ¡ESKERRIK ASKO KONTZERTU EPIKO HONENGATIK!
