Este día musicalmente se celebra con el primer EP de Salduie, de nombre igual que la celebración, «Imbolc».
Tiempo de inspiración y guía para nuevos proyectos, tiempo para dedicar pensamientos a los misterios que están teniendo lugar en la oscuridad, como las semillas que fueron plantadas en el solsticio de invierno, y que ahora se abren paso entre la tierra húmeda. Tiempo de nacimientos y leche de oveja. La noche de la víspera, las velas iluminan las puertas de nuestros hogares, mientras dedicamos el día a los rituales, purificación y confección de las candelas que nos acompañarán el resto de sabats, y de las cruces de Imbolc.
Y es que en esta época del año, los días comienzan a ser más largos, señal de que el invierno está agotándose, el ganado dé a luz a sus crías y las semillas del campo pronto germinarán con la inminente llegada de la primavera. Los celtas tenían la costumbre de encender velas en sus hogares y dejarlas en la ventana, de modo que la diosa Brigid, diosa del fuego, les proporcionase fertilidad y buena suerte.
Otra de las costumbres sería encender hogueras en los campos y danzar alrededor de ellas, con la esperanza de tener buenas cosechas en los meses venideros. Por ello, se ha comparado con las lustratio de los romanos.
Cómo muchas de las celebraciones paganas, Imbolc fue asimilado por el cristianismo como La Candelaria.
La celebración de Imbolc estaba muy enraizado en la península ibérica así que la Iglesia tuvo que convertir la fiesta para que se perdiera el significado pagano. De hecho por el norte y por muchos pueblos sigue siendo una celebración importante: San Blas, La Candelaría, Santa Agueda. En algunos lugares incluso golpean la tierra para que despierte.