
Desde la capital aragonesa, Salduie, sacan a relucir, este 18 de junio de 2021, su cuarto disco, ‘’Ambaxtos’’, tras el éxito de ‘’Viros Veramos’’ en 2019.
Esta banda de folk-metal nace en 2010 y está compuesta por Diego Bernia (voces), Sergio Couto (guitarras) Daniel Galbán (Bajos), Víctor Felipe (Guitarras, bouzouki, mandolina, lira y coros), Diego Royo (voz), David Serrano (gaita y whistles), Sergio Serrano (batería, bodhrán y percusiones) y Nem Sebastián (voz, gaita y whistles).
‘’Ambaxtos’’ está compuesto por tres trilogías empezando por la segunda canción, las cuales analizaremos a continuación.
Salduie da paso al álbum bajo la consigna del denominado hospitium, que, en la historia antigua de la península ibérica, designaba una institución social celtíbera que obligaba a los romanos a ofrecer hospitalidad a los extranjeros. Este pacto pertenecía al mismo entorno institucional que al que engloba todo el disco: la clientela (ambaxtos); y, precisamente por esto, la primera canción se titula ‘’Kenis’’.
Imaginémonos que estamos en la Edad Antigua y presenciamos, al compás tribal y místico de este tema, cómo un colectivo (Salduie) se acerca a nosotros con una tésera donde radia el siguiente mensaje grabado en ella:
usama : antos
saikios : baisai
kaltaikikos
boruotureka : d/tureibo
eskeinis : kortika
usama : antos
saikios : baisais
kaltaikikos
Estas palabras celtíberas, que son pronunciada a través de la suma de las tres grandísimas voces de la banda, revelan el mensaje que realmente existe en la tésera uxamense (Burgo de Osma, Soria): ‘’Como voto, ofrezco a los esainos hospitalidad en nombre de Uxama, Saigios, hijo de Baisa, El Céltico’’.

La musicalidad de ‘’Kenis’’ tiñe, de una forma muy directa y coherente, el ambiente de epicidad, con lo cual podemos entender mejor por qué se titula así la canción, ya que, si desde el inicio del disco nos emocionamos hasta viajar al pasado celtíbero, sabemos que ‘’Ambaxtos’’, será nuestro hogar, donde entre pueblos nos apoyamos vengamos de donde vengamos.
A partir de esta excelente introducción, comienza el viaje histórico y la primera trilogía.
‘’Caraunios’’, la segunda canción del álbum, no deja indiferente a nadie. Los motivos son muchos, entre ellos la grandeza compositiva a todos los niveles, pues todos los seguidores de Salduie nos volvemos locos con el trío vocal y con los demás músicos; pero lo bonito reside en lo que va más allá del tema: la historia y el ímpetu usado para contarla. Para darle el último toque especial, ‘’Caraunios’’ va acompañado de un videoclip dirigido por Barbecho Productions donde se escenifica, en 4:34 minutos, la hazaña del valiente guerrero.
Las voces narradoras son tres: una primera que le da voz a Caraunios y a sus ambaxtoi, una segunda que se dirige directamente al protagonista como augur y una tercera que va contando los sucesos.
Pero ¿quién es Caraunios y por qué es tan importante que ocupa todo el título de una canción?
Retógenes, más conocido como Caraunios, fue el guerrero más valiente reconocido de la guerra de Numancia, pues junto a cinco hombres y sus ambaxtoi asaltaron la valla de la ciudad una noche para asesinar a los centinelas sin levantar sospechas. Atravesando el muro de Numancia, llegaron a Lutia para pedir la ayuda que no habían recibido por parte de Uxama (¡acordaos que acabamos de mencionarla en la canción anterior!) y de Termancia, pero este evento llegó a oídos de Escipión, quien mandó cortar las manos derechas de 400 hombres, entre ellos, Caraunios. Dice la letra: ‘’Nuestro pueblo y nuestro hogar // verán nuestra libertad’’; tal fue su actitud de resistencia y de fortaleza que representó el símbolo de la libertad ante la invasión de su pueblo. Cabe destacar que, en esta canción, no se deja atrás en ningún momento ni el concepto de lealtad (‘’Partiremos para honrar // la promesa de lealtad’’; ‘’Diez hombres unidos por un juramento’’) ni la esencia bélica (honor y valor… ‘’Mientras haya esperanza no habrá rendición // seguiremos luchando, la guerra es nuestro honor’’)
Como curiosidad, la melodía tradicional usada en ‘’Caraunios’’ parte de ‘’The Musical Priest’’ y, además, por primera vez, el estribillo se tararea con silbidos.
Tras el deleite del anterior tema, el disco sigue con la canción que da el nombre al disco: ‘’Ambaxtos’’. La banda se ha encargado de explicar con precisión el término, pero vamos a recordarlo para unirlo con la letra de la canción. ‘’Ambaxtos’’ es un derivado del latín (ambactus) que significa ‘’sirviente de alto rango’’, conformando una institución de vínculo de sumisión personal como forma de clientela.
Aquí, sin duda, la colaboración de Dani Nogués (Lépoka) sería como otro pacto más, pues su voz ha cumplido con la misión musical.
Podemos hacer una interpretación más íntima -y relacionada en cierta medida con el concepto de ambaxtos– partiendo de la letra, en la cual un hombre menciona a tres personas importantes de su vida (su padre, su madre y su amada) recordando todo lo que aprendió con ellos para ser la persona que es, con lo cual, podríamos considerar que no sólo comparte un vínculo institucional en el cual presta su ayuda a la par que recibe poder o riquezas, sino que, en el ámbito familiar también, de las enseñanzas recibidas, lo devuelve con su amor.
Musicalmente, la canción empieza con una base acústica y termina con fuerza coral bajo el lema: ‘’¡SOY AMBAXTOS!’’
Con “Mores Maiorum”, cuya traducción es “la costumbre de los ancestros”, concluye la primera trilogía del disco.
Los mores, en tiempos de la Antigua Roma, no eran más que reglas, normas y obligaciones que un ciudadano romano debía cumplir y respetar.
Una vez más, con la creación de un ambiente legendario gracias a la mezcla de las gaitas, las flautas y las voces proyectadas cual grito de guerra, podemos imaginarnos a los guerreros marchar haciendo sonar sus armaduras.
La canción narra la leyenda de Lutia, una antigua ciudad celtíbera que asistió a la llamada de auxilio de Numancia (como ya hemos mencionado en la canción ‘’Caraunios’’), en la Tercera Guerra Celtíbera.
El juego de voces en ‘’Mores Maiorum’’ no es casual, pues las voces enérgicas son las de los jóvenes y las ‘’líricas’’ las de los ancianos. En la letra se aprecia una clarísima división entre la actitud de los mayores, quienes engloban la integridad moral en torno al ‘’mores maiorum’’; y la de los muchachos, movidos por las ansias de guerra y juzgando a los ancianos asegurando que ‘’su falta de sangre condenará a sus hermanos’’. Esta disputa fue el desencadenante de la marcha de Escipión contra Lutia, pues los ancianos, sumidos por el miedo a las represalias, castigaron la deslealtad de los jóvenes guerreros mandando mensajeros para que el militar los capturara y, además, fueron los que entregaron a esos 400 hombres cuyas manos diestras fueron amputadas, como bien también dijimos en ‘’Caraunios’’. La oposición se ve muy marcada entre los versos ‘’Lutia duermes // en las viejas manos de siempre // prevalece la tradición del mayor’’ y la última frase final que dicta con energía ‘’Por Numancia, que luchará por vivir’’.
Los sonidos intensos siguen con la canción que abre la segunda trilogía, “Tagus”, iniciando con un grito gutural apelando al general cartaginés Asdrúbal, quien, entre el 229 y 221 a.C., toma el mando de las conquistas cartaginesas en la península Ibérica al morir su suegro Almícar Barca. Lo siguiente que escuchamos es una explosión de whistles y gaitas con los coros nombrando a Tagus, quien vivió por el año 221 a. C. y fue rey de los Olcades (pueblo de la Hispania Prerromana, que se asentó por la actual Provincia de Cuenca y de ascendencia celta).

Se cuenta que fue un guerrero y estratega valiente, que hizo alianzas con los cartaginenses para traicionarlos, teniendo como consecuencia la venganza de Asdrúbal, crucificándolo en el 221 a.C, como bien augura la letra del tema: ‘’De la muerte de un rey noble, tu destino escrito está en la cruz’’. La banda escribe esta canción con plena seguridad descriptiva del personaje de Tagus gracias a las exclamaciones exhortativas como fórmula de presentación:
‘’¡Tagus! Dirige el combate, valiente porte
¡Tagus! Galopa y arremete
¡Tagus! El hierro de tu filo siega sus cuellos
¡Tagus! Tu tribu lo celebrará.’’
‘’Tagus’’ mantiene la potencia celta volviéndose más heavy en los guturales, siendo este tema uno de los más cañeros del disco. Podría recordarnos a los primeros discos debido a la crudeza y a las rápidas melodías.
¡Otro dato más!, en honor al rey, le dieron el nombre al río Tajo.
A continuación, los tambores se hacen sonar acompañados de gaitas que anuncian el fallecimiento de un hombre al que hemos mencionado antes, llegando así, la sexta canción, “La Muerte de Asdrúbal’’.
Asdrúbal el Bello (270-221 a.C) fue un político y general cartaginés que fundó Qart Hadasht (Cártago Nuevo) e hizo El Tratado del Ebro, un acuerdo pactado con los romanos donde se estableció el límite entre ambas potencias en el río Ebro.

En la anterior canción, hicimos una mención al final inminente de Tagus, acto que también tuvo consecuencias.
El protagonista de esta canción no sólo es Asdrúbal, sino un siervo del rey Tagus, que es la voz -en este caso, voces- que cuenta la historia de una manera directa, con tono amenazante y un tanto siniestro; y es que Asdrúbal fue sentenciado de muerte con un puñal a manos de este -leal- esclavo del rey. El cometido de este hombre nos enseña otro término, la devotio, una costumbre que consistía en el compromiso incondicional del defensor (devotus) a su señor (patronus), quien era un personaje importante.
Sin duda, es una canción tremenda y complicada que tiene detalles interesantes y atractivos como los toques aflamencados o arabescos en la voz melódica.
Llegando al final de la segunda trilogía, concluimos que esta sección es una cadena de muertes conectadas.
Una vez dicho esto, se abre paso a “El Último Olcade”, con un sonido más lento, orquestal y una triste gaita entonando sus melodías para arreciar con las guitarras eléctricas, la batería y flautas rápidas.
Asdrúbal ha muerto, por lo que se va narrando, tanto en primera como en segunda persona, la ejecución del siervo que vengó a su rey Tagus. Se habla de todo su sufrimiento realizado públicamente mientras es flagelado, siendo desgarrada su espalda con azotes, sus huesos dislocados y, para completar la humillación, arrastrado por las calles de Cártago. Su vida se va apagando, el Olcade se reunirá al fin con su amo Tagus.
Nuevamente, podríamos considerar que lo increíble del tema reside en la composición musical, pues el ritmo coge fuerza cuando se da la tortura, y se vuelve más lenta cuando la muerte se va acercando, contagiando ese dolor desgarrador; las guitarras entran como latidos rápidos de su corazón; y, en las partes finales, para más dramatismo, sonidos orquestales van surgiendo, siguiendo el ritmo de la voz de Nem.
La tercera trilogía engloba más lo espiritual.
Comienza con la llegada de la balada del disco, “Las Llamas del Ustrinum”.
En la Antigua Roma, el ustrinum o ustrino era una pira dedicada para incinerar a los difuntos, tanto clases altas como bajas, público o privado. Una vez cremado el cuerpo, pasaban a darle sepultura a sus cenizas.
La historia de esta canción gira en torno a un anciano que va narrando parte de su vida hasta que le llegó el tiempo de partir. Menciona que se avergüenza de vivir sin honor y sin luchar hasta la muerte, por lo que, al ser quemado en el ustrinum, no quedaba quieta su alma ni podía encontrar la paz. En el estribillo se cambia a la tercera persona para hacer hincapié en el asunto espiritual de las llamas, cobrando un poco de fuerza al ritmo del tambor, ya que no son palabras de lamentación, sino una invitación a olvidarlo todo y a poder descansar en paz. Para seguir con su narración en primera persona, regresa al son de la guitarra y flauta. La guitarra va calmando su ritmo hasta llegar solo al sonido folkie de la flauta, pandero y tambor hasta dar pasos más enérgicos con las gaitas como si fueran almas elevándose entre las llamas, marcándolas con un coro angelical. Finalmente, con la voz melódica aumentando su volumen, termina el tema con un ritmo suave y delicado.
Y, en la novena canción, cobra vida la diosa hispana Ataecina, gracias a la dulce y enérgica voz de Raquel Eugenio // Xana Lavey (Celtian). Desde el inicio, el tema nos traslada a un locus amoenus muy atópico para algunas tradiciones, el infierno, pues Ataecina es una diosa de carácter infernal. Pero, aparte de ser una deidad ctónica, era diosa de la primavera, la fertilidad, la naturaleza, la luna y la curación.

El análisis de la letra nos conduce al tema de la dualidad entre la Luz y la Oscuridad (muy relacionado con Ataecina, recordemos que es diosa del mundo subterráneo, pero también representa la primavera), las cuales son opuestas entre sí, pero comparten algo: la inmortalidad o eternidad. Una no puede existir sin la otra. El animal asociado con Ataecina es la cabra, de ahí, a que Diego Bernia cante su descripción tal que así: ‘’Siempre bajo tu forma ancestral // Astas de cabra, hojas de ciprés’’. También, con el motivo originario del inframundo, se señala mucho en el tema a la muerte, la cual no es símbolo de horror sino de honor al pacto (‘’Hemos defendido el pacto al honrar // dejando la vida carnal’’).
En este caso, también existe una melodía tradicional, ‘’Jenny Pluck Pears’’.
No podemos pasar por alto del toque hipnótico que ‘’Ataecina’’ nos ha dejado en nuestros oídos, porque en la última canción del disco se culmina en el magnetismo visual que nos regala Elisa Forcano encarnando a la deidad en un impresionante videoclip, de nuevo, dirigido por Barbecho Productions.
La despedida de ‘’Ambaxtos’’ se hace mediante un ritual funerario, el descarnatio. Así se titula la última canción y, al puro folk-metal, deifican a los buitres bajo el nombre ‘’señor del cielo’’.
Los buitres eran considerados intermediarios entre los dioses y los humanos y, simbólicamente y desde su intriga, representan la purificación y el renacimiento (recordad que ir más allá de la vida -morir- era volver a nacer).
Este ritual (descarnatio) era el mayor honor para cualquier guerrero. Consistía en dejar expuestos los cadáveres en lugares concretos para que las aves rapiñas, al descarnar los cuerpos, transportaran sus espíritus al cielo. En la -fenómena- letra, resumen de una forma óptima esta acción: ‘’Que el buitre te eleve a la eternidad’’. Considerando esto último, nos encontramos, una vez más, con la muerte como regalo de la vida, como resolución honorífica del pacto. Además, parece que ésta conforma un lugar utópico: un espacio en calma aguardado por los dioses, entre ellos, Ataecina.
Esta canción, vinculada a ‘’The Tarbolton Reel’’ y que concluye la trilogía, nos deja con muy buen sabor de boca, pues no es fácil cerrar un disco y tener ganas de más.
No podemos concluir esta reseña sin mencionar a tres colaboradores imprescindibles: Allué (Allué Fiddle; Dingle Basterds) al violín en ‘’Caraunios’’, ‘’La muerte de Asdrúbal’’ y ‘’Descarnatio’’; a Lucas Toledo, quien se ha encargado de grabar, editar, mezclar y masterizar el disco (junio 2020-marzo 2021; Theocide Studios); y a Ani Artworks, que lo ha adornado.
Para finalizar, desde Brutal Folk Metal consideramos que Salduie no es solo un gran grupo de música, sino que funciona como vehículo de divulgación histórica y conseguir unir la música con la historia y que quede tan bien y con tanta precisión no es nada fácil; con lo cual, como siempre decimos, GRACIAS por el TALENTO, os esperamos en los escenarios siempre con SALUD y SALDUIE.
¡Felicidades por este increíble disco! ¡SOMOS AMBAXTOI!
