
Los druidas no consideraban nada más sagrado que el muérdago y el árbol que lo lleva, siempre suponiendo que ese árbol era el roble. Ellos llaman al muérdago por un nombre que significa, en su idioma, “el que cura todo”. – Plinio
No hace tanto tiempo que vivíamos como si nuestra vida no dependiera de las cosechas, las estaciones y las fuerzas que las mueven las determinan. Cuando reinaba el oscuro invierno, la gente buscaba aquello que da vida. Miraron a las deidades solares del renacimiento. Miraron la fértil promesa de vida contenida dentro de la forma femenina, honrando tradiciones como la noche de la madre. También miraron hacia lo que dura incluso en pleno invierno. Aquí es donde surge la tradición de traer el árbol de hoja perenne al hogar para decorar los pasillos y el manto. El acebo, la hiedra, el pino, el abeto y por supuesto, el muérdago. Solo tiene sentido que esta sagrada hierba de la fertilidad que todo lo cura haya encontrado su camino en nuestras tradiciones modernas, sin perder su esencia de la promesa de la vida. Porque ¿qué representa en su corazón un beso bajo el muérdago? La promesa de amor, la vida y la renovación. Como nota al margen, el muérdago no era el único verde asociado con los besos. En algunas partes de Inglaterra, también había un «arbusto de besos» hecho de hoja perenne y acebo, y lleno de manzanas rojas o «rosas» de papel rojo.

Si bien se popularizó como una ramita de besos para los esperanzados, tiene otras costumbres populares asociadas. En Francia se regala en Año Nuevo como símbolo de paz y suerte. En Suecia, similar a la ceniza de troncos de Yule, el muérdago se colocaba en puertas y mantos para protegerlos de los rayos. En Inglaterra se le daba a los atletas porque contenía todo el “alma” destilada o el poder del roble del que creció.
Ya sea que adorne los pasillos con ramitas de muérdago para la fertilidad, la suerte, la paz o la fuerza, recordemos que es una tradición auténticamente pagana que se mantuvo fuerte, a pesar de que la Iglesia trató de prohibirla. Nos gustaría pensar que es porque nadie quiere deshacerse de una tradición que consiste en besarse en la época más oscura del año. Después de todo, esta era la época en la que tenía lugar la salvaje juerga de la Saturnalia romana. Bendiciones.